Antojos

No me crie entre riquezas o exagerada abundancia. Sin embargo recuerdo que siempre mis padres hacían lo posible por suplir todas mis necesidades y sí... mis antojos. Trate de no ser un hijo caprichoso pero la realidad es que siempre hay cosas que uno desea tener y ahora que soy adulto entiendo los sacrificios que mis padres tuvieron que hacer para complacerme.
Cuántos tenis Jordan y polos Lacoste pudieron quitarle el sueño a mi papa...
Ahora que soy padre me doy cuenta que no hay nada que se compare con la sonrisa de un hijo. Los ojos brillantes de mis hijas al recibir una de mis sorpresas son causantes de emociones inexplicables. El saber que uno es el culpable de esa alegría motiva a uno a hacer lo que sea por multiplicar esos momentos. Ahora es fácil, mis hijas se emocionan con cualquier cosa, hasta con la mera presencia de su padre, pero ya me tocaran los antojos mas complicados.